27 ago 2008

"La vida de los otros" y la de uno

En estos días las salas de cine salieron de su irremediable ansia monetaria y dejaron que se proyectara en algunos cines chapines la magistral película alemana "La vida de los otros" (Das Lenden der Anderen) del director y escritor Florian Henckel von Donnersmarck, ambientada en la Alemania Oriental, en 1984.
Para ver un anuncio de la película hacer click acá. En Internet se pueden encontrar muchas mejores reseñas sobre esta obra de las que podría hacer yo, pero se trata de una pieza conmovedora y a la vez realista, con la sensibilidad a la que apenas estamos acostumbrados y apenas se adivina por el poco cine europeo y específicamente alemán que viene hasta Guatemala.

Comentando en un blog amigo especializado en películas, rememoré que aunque la película gana a cualquiera con su excelente actuación, dirección, historia y guión; produce dos escenas magistrales, aparte del interesante final, que comparto con ustedes, si ya tuvieron oportunidad de ver la película; me refiero a la sonata para un hombre bueno, donde actuación, dirección, música y sentimientos nos muestran el verdadero significado de la película, a mi entender, sobre la transformación del hombre común, el espía, dogmatizado y embrutecido; sensibilizado por el arte y en general, el contacto con los espiados.

Esa primera serie de imágenes se disfruta mejor por Youtube, pero la segunda, se las dejo a ustedes en su versión en español, cierto que limitada por la traducción, pero que se refiere a otro retazo de película, cuando el espía ingresa al apartamento de los espiados y toma un libro de Bertolt Brecht y se estremece hasta el fondo, siente y se transforma por lo leído.

Dejo a continuación el poema de Brecht; me despido recomendando la película para que saquen sus propias conclusiones sobre el mensaje de fondo y lo que deja. Gracias por seguir leyendo.

Chris Warfield

Poema Recuerdo De Marie A. de Bertolt Brecht
1
En aquel día de luna azul de septiembre
en silencio bajo un joven ciruelo
estreché a mi pálido amor callado
entre mis brazos como un sueño bendito.
Y por encima de nosotros en el hermoso cielo estival
había una nube, que contemplé mucho tiempo;
era muy blanca y tremendamente alta
y cuando volví a mirar hacia arriba, ya no estaba.
2
Desde aquel día muchas, muchas lunas
se han zambullido en silencio y han pasado.
Los ciruelos habrán sido arrancados
y si me preguntas ¿qué fue de aquel amor?
entonces te contesto: no consigo acordarme,
pero aun así, es cierto, sé a qué te refieres.
Aunque su rostro, de verdad, no lo recuerdo,
ahora sé tan sólo que entonces la besé.
3
Y también el beso lo habría olvidado hace tiempo
de no haber estado allí aquella nube;
a ella sí la recuerdo y siempre la recordaré,
era muy blanca y venía de arriba.
Puede que los ciruelos todavía florezcan
y que aquella mujer tenga ya siete hijos,
pero aquella nube floreció sólo algunos minutos
y cuando miré a lo alto se estaba desvaneciendo en el viento

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente película, sin lugar a dudas un ejemplo concreto que el hombre es inherentemente bueno pero la sociedad lo corrompe (a lo Russeau)

Esteban dL dijo...

buenas... saludando desde
http://d-coleccion.blogspot.com/
los esperamos!

ASR dijo...

excelente film que tuve la suerte de ver en España... pero ya hace unos años, si no recuerdo mal.-

Un abrazo.

Cristián Guerra Campo dijo...

hop: gracias por volver a comentar! buen tiempo sin tener comunicacion, ya escribi en el blog tambien, saludos.

esteban: alli ando visitando

agnostico: vos, saludos, gracias por volver a comentar, esta pelicula es de volverla a ver y encontrarle nuevas lecturas (que poetico suena eso) saludos que todo este saliendo bien por alla