Andaba perdido por la Montaña Azul y recién hoy me tomé la molestia de tomar la prensa y leer que por fin sí se llevó a cabo la concentración en apoyo al aumento del Presupuesto que solicitaron se realizara tanto el Presidente de la República como la Primera Dama de la Nación.Que se trata de una movilización organizada y planificada por parte del Organismo Ejecutivo, según el medio escrito que me informó, no queda lugar a dudas, aparentemente así fue como se dió y ya todo mundo está criticando al Gobierno por ello, de manera justa, claro está, pero poco estratégica según mi punto de vista.
El problema es que una serie de programas muy interesantes que el Gobierno está impulsando y merecen un análisis y estudio profundo, aparte de una estricta fiscalización, están siendo vilipendiados y ensuciados por completo por razones puramente ideológicas, coyunturales y políticas. Allí es donde yo pregunto, ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? o es lo mismo ¿qué fué primero, la política pública aplicada o su control y medición?. No pretendiendo defender ni atacar al Gobierno de la UNE, simplemente les achaco una gran falta de enfoque, planificación y paciencia, sobre todo por implementar esos interesantes programas de Cohesión Social (que han funcionado en Brasil) pero sin antes crear o explicar la existencia de todo un sistema medible que, al igual que cualquier órgano administrativo coordine, planifique, ejecute, programe y controle su accionar.
Se necesita un punto de vista más general y mucho menos confrontativo a la hora de hablar del nuevo Presupuesto 2009. Que el nuevo Presupuesto es necesario y fundamental para el combate a la pobreza y el fortalecimiento del Estado es una verdad que nos viene siendo repetida desde los mismísimos Acuerdos de Paz.
Que sea necesario y fundamental no quiere decir que pueda ser defendible, por que no sólo implica una mayor deuda (según me he enterado) y nuevos impuestos, sino que al parecer, profundiza en el fortalecimiento del paternalismo-clientelismo que posiblemente tenga vistos electorales a futuro.
Nos vamos a otra pregunta: ¿paternalismo-clientelismo o Cohesión Social y Solidaridad con los pobres? De buenas intenciones no se vive pero estoy seguro que en un gobierno de Pérez Molina jamás habría dado énfasis en esto. Al fin recordemos que fué el Interior del país el que votó masivamente por Colom y no la capital, pero recordemos también que la psicosis colectiva de la violencia nos tiene como locos.
No hay soluciones fáciles en la problemática actual ni héroes o villanos. No es excusa para armar manifestaciones tampoco.
Y todo mundo quiere culpar a alguien.