15 ago 2008

Comentarios en este rarísimo agosto

La Ciudad de Guatemala, Nueva Guatemala de la Asunción está de fiesta. Al menos si no de fiesta si de descanso que es lo importante en estos días de stress y trabajo continuo. A los turistas no les gusta, a la gente del interior no le gusta, a muchos de quienes viven o pasamos el día en ella mucho menos, pero a pesar de ser una ciudad de acero y concreto, fundada en la pobreza, la marginalidad y la precariedad, a pesar de ser una ciudad violenta y contaminada, sucia y muy traumada, es la ciudad donde yo nací, me crié y he vivido la mayor parte de mi vida. Es una ciudad por rescatar, por repensar, algo así como el resto del país.
Todas las guerras, las geoguerras, las guerras civiles, las heróicas, todas son estúpidas, todas tienen perdedores y ningún ganador. Fuera de las turbulentas maquinaciones en la Casa Blanca, en Bruselas y en el Kremlin, quien paga de verdad es el hijo cuyo padre no volverá, la esposa cuyo marido no se sentará en su mesa, la madre del hijo muerto.
Geopolitica, intereses petrolíferos, la tragedia y la tisteza son las constantes en estos conflictos, la historia se repite, una y otra vez.
Con Fernando Lugo en la presidencia, la esperanza se abre en Paraguay. Promesas, buenas intenciones, veremos que pasa, las premisas son buenas, pero la realidad y el entorno no.

2 comentarios:

Petoulqui dijo...

Toko:

Escribí algo sobre la guerra, pero creo que nadie lo leyó. En fin, aquí te dejo el link por si querés echarle un vistazo:

http://lasaventurasdepetoulqui.blogspot.com/2008/08/cuento-original-ari-y-ati.html

Saludos,

Peto

pantxo petate dijo...

Salud Chris, hay mucho que rescatar en ese maravilloso valle -hoy por hoy de lágrimas- en donde se encuentra tu ciudad.
Es normal que alguien que haya contemplado los atardeceres de San Lucas y Santiago sea pacifista y piense acertadamente que en la guerra todos pierden. Salud.