Ahora poseo la llave del jeroglífico
pues me la dio el dolor entre risas de ebrio
entre escupitajos de carcelero y miradas de perro
furioso sin piedad.
También sé lo siguiente: será difícil acostumbrar a los hombres
para esa desnudez en que reace quien posee la luz
será duro convencerlos de que toda risa hasta hoy fue en contra
[suya
que las manos tendidas hacia ellos tenían todas uñas crueles.
(Hace un poco de frío pero es mejor así
pues se apagaron las hogueras mortales
el rubor de la piel a pleno bacanal
el febril mito que hace nacer el vino avecindado en la sangre
las telarañas tenaces de la lengua.)
Ahora mismo voy a quitar algunos de los últimos velos.
De las heridas
me haré cargo yo.
El Turno del Ofendido, UCA editores, 2000, pág. 41
Autopost No. 7
1 comentario:
Muy buen poema, Roque Daltón es de mis poetas preferidos.
Saludos
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