Mi sentido pésame a su familia. Fue una mujer ejemplar en el apoyo a su esposo y también en saber sobrevivir luego de la terrible derrota. Provenía de una rica familia salvadoreña y había estudiado en Estados Unidos y fue alguien producto de su época y circunstancias, que se atrevió a soñar y a pensar mas allá de lo que una dama de sociedad de su época haría. El saber sobreponerse a la humillación y la tragedia personal, me parece son sus últimas enseñanzas, no sólo a las mujeres de hoy en día sino a todos.
Cuando volvió a Guatemala en 1994 a devolver al país los restos del Presidente Arbenz, era una anciana, que sin embargo supo asumir las emociones de días tan memorables y fuertes como aquellos en que Jacobo fue sacado de su triste tumba salvadoreña, transportado con honores por la Fuerza Aérea Guatemalteca y arrancado de las manos del Ejército por fuerzas populares, que al menos en ese momento supremo, se reivindicaron, aunque llame yo momento supremo el homenajear a nuestro malogrado héroe.
Me quedo con un recuerdo del noviazgo de María con Jacobo, incluido en el libro de Piero Gleijeses, "La Esperanza Rota", concretamente en la página 178 de la edición al español.
"A veces yo le preguntaba "¿Te gusta Beethoven?" Se producía un silencio. Después contestaba, muy serio: "Nunca lo he escuchado". Yo le preguntaba: "¿Te gustó este libro?" Otro silencio. Y después contestaba muy serio: "Nunca lo he leído", y yo me desesperaba y me preguntaba: "¿Por qué me estoy enamorando de este hombre tan diferente a mí, con el que tengo tan pocas cosas en común?" Pero una vez le pregunté: "¿Qué te gustaría hacer en tu vida?" Y él contestó muy serio: "Ser un reformador", y pensé entonces "Sí, tenemos algo muy importante en común"."
*Fotos de la revista LIFE, 1953
**Hoy miércoles 7 ha salido un artículo en El Periódico recordando a Doña María, del estimado Licenciado Eduardo Velásquez. Puede ser leído aquí.
2 comentarios:
Me gustan mucho esas parejas que coinciden en la esencia. Mujer fuerte y valiente. ¿Por qué le habrá dado tanto miedo a esta sociedad de mojigatas y frívolas?
Como dice el cliché... detrás de cada gran hombre hay una gran mujer...
Me hubiera gustado presenciar ese momento en que le quitaron el féretro de las manos al ejército...simbólico de verdad. Aunque para ser justos el ejército lo reconoce ahora como héroe...
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