21 sept 2013
6 dic 2012
SUGERENCIAS PARA EL 21 de diciembre (13 Baktún)
- bloquee una avenida, haga una pinta, componga una canción, comuníquele al mundo por cualquier medio el despojo brutal experimentado por los mayas a lo largo de la historia.
- no deje que el esnobismo o el entusiasmo acrítico hagan presa de su inteligencia y autenticidad. es más, donde quiera que se encuentre el día del baktun, recuerde que los mayas no fueron infalibles y reflexione sobre la naturaleza jerárquica de su(s) sociedad(es).
- haga del tributo un reconocimiento del otro y de la otra en el presente. disfrute el sitio, la caminata, la mirada compartida hacia el cosmos, pero no a costa de los nudillos imprescindibles de la crítica, el ejercicio de la imaginación y la plenitud de pensamiento.
(Tomado del facebook de Andrés Zepeda, consultado el 05/12/12)
4 dic 2012
Letras Y Escritos: Santa Fe - Te buscaré
Letras Y Escritos: Santa Fe - Te buscaré: Como puedo recuperar todo lo que perdi como puedo intentar sobrevivir a este dolor a estar sin ti como puede un ave volar si le arrancas ...
17 nov 2012
Buscando un nuevo corazón
En Colosenses 3,5 San Pablo utiliza palabras duras: “mortifiquen los miembros terrenos: libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y amor al dinero...” No podemos emprender este gran esfuerzo por mojigatería: no podemos pedir un nuevo corazón sin pedir el don de la fe.
“Dame un nuevo corazón” el amor que el hombre y la mujer experimentan de manera nueva, el uno gracias al otro, es la grandeza y la belleza de la vida y de lo real. Si lo que experimento no es una simple ilusión, si de verdad quiero el bien del otro, entonces debo estar dispuesto a ponerme a su servicio, hasta renunciar a mí mismo.
El Papa ha propuesto en la más reciente Audiencia General, una pedagogía del deseo, donde nosotros, redescubramos las alegrías verdaderas, auténticas: la familia, la amistad, la solidaridad, purificándonos de la mediocridad en la que nos vemos envueltos. Entonces será más fácil soltar o rechazar lo que nos pide San Pablo; lo que es atractivo en apariencia, se revela en cambio insípido y vacío.
Todos necesitamos recorrer un camino de purificación y de sanación del deseo. Somos peregrinos hacia la patria celestial. No se trata de sofocar el deseo que existe en el corazón del hombre, sino de liberarlo, para que pueda alcanzar su verdadera altura.
Reflexionemos sobre nuestros hermanos homosexuales y lesbianas. Todos somos proclives a vivir una vida de desorden sexual, no solo ellos. La castidad nos aplica a todos por igual, no podemos repetir esquemas conservadores cuando el mismo Jesús consideró que a todo aquél que sufría debía tratársele con profunda compasión. El Catecismo (#2358) mismo indica que ellos no eligen su condición homosexual, en la mayoría de los casos esta es una auténtica prueba. Deben ser tratados con respeto, compasión y delicadeza, evitando todo signo de discriminación injusta.
Respeto es más que solo aceptación. Respeto es aprender a escuchar. ¿Que significará para nosotros escuchar honestamente lo que significa crecer, como un adolescente homosexual? ¿La persecución, el bullying? ¿El suicido de homosexuales?
En el Antiguo Testamento, los llamados a profetizar a veces salían de donde menos se les esperaba. Como Samuel, que escucha el llamado de Dios siendo un niño o David, el pastor, quien nadie imaginaba podía ser un gran rey. Pensemos en nuestro querido mulato Martín de Porres, quien fue santo en la racista y estamental sociedad colonial. ¿Tal vez, por medio de la voz de un homosexual Dios actúe en una de sus insospechadas formas?
Cuando Jesús ve a alguien que está sufriendo, los Evangelios dicen que se compadece. Los cristianos estamos llamados a tratar a homosexuales y lesbianas con ese mismo tipo de compasión visceral. Cuando los vemos sufrir, somos llamados a sufrir con ellos.
Sufrir con los homosexuales significa ponernos de su lado, en solidaridad. Significa, como dice el Catecismo, batallar contra todo tipo de discriminación, cuando otros los persigan, denigren o se burlen de ellos. Significa tal vez ser nosotros mismos objeto de burla por ello. ¡Es lo que Jesús hizo!
¿Qué significa tratar a homosexuales y lesbianas con delicadeza dentro de la Iglesia? ¿Qué hacemos con alguien que ha sido herido? Lo tratamos con atención y cuidado especial. Las palabras importan. Las palabras hieren. Las palabras pueden también sanar. ¿Nombrar una charla como “desórdenes sexuales” será lo más indicado? ¿No son juicios de valor fuertes y poco misericordiosos? ¿Qué haría Jesús?
Tomás de Aquino dijo “Lo que se recibe es recibido de acuerdo con el modo del receptor.” Cuando tratemos de comunicar algo, se necesita la delicadeza no solo del cómo es comunicado, sino cómo es el mensaje recibido.
Recordemos las palabras de Benedicto XVI: “Cuando el deseo se adentra por caminos desviados, cuando sigue paraísos artificiales y parece perder la capacidad de anhelar el verdadero bien, en el abismo del pecado no se apaga en el hombre esa chispa que le permite reconocer el verdadero bien, saborear y emprender así la remontada, a la que Dios, con el don de su gracia, jamás priva de su ayuda.”
“Dame un nuevo corazón” el amor que el hombre y la mujer experimentan de manera nueva, el uno gracias al otro, es la grandeza y la belleza de la vida y de lo real. Si lo que experimento no es una simple ilusión, si de verdad quiero el bien del otro, entonces debo estar dispuesto a ponerme a su servicio, hasta renunciar a mí mismo.
El Papa ha propuesto en la más reciente Audiencia General, una pedagogía del deseo, donde nosotros, redescubramos las alegrías verdaderas, auténticas: la familia, la amistad, la solidaridad, purificándonos de la mediocridad en la que nos vemos envueltos. Entonces será más fácil soltar o rechazar lo que nos pide San Pablo; lo que es atractivo en apariencia, se revela en cambio insípido y vacío.
Todos necesitamos recorrer un camino de purificación y de sanación del deseo. Somos peregrinos hacia la patria celestial. No se trata de sofocar el deseo que existe en el corazón del hombre, sino de liberarlo, para que pueda alcanzar su verdadera altura.
Reflexionemos sobre nuestros hermanos homosexuales y lesbianas. Todos somos proclives a vivir una vida de desorden sexual, no solo ellos. La castidad nos aplica a todos por igual, no podemos repetir esquemas conservadores cuando el mismo Jesús consideró que a todo aquél que sufría debía tratársele con profunda compasión. El Catecismo (#2358) mismo indica que ellos no eligen su condición homosexual, en la mayoría de los casos esta es una auténtica prueba. Deben ser tratados con respeto, compasión y delicadeza, evitando todo signo de discriminación injusta.
Respeto es más que solo aceptación. Respeto es aprender a escuchar. ¿Que significará para nosotros escuchar honestamente lo que significa crecer, como un adolescente homosexual? ¿La persecución, el bullying? ¿El suicido de homosexuales?
En el Antiguo Testamento, los llamados a profetizar a veces salían de donde menos se les esperaba. Como Samuel, que escucha el llamado de Dios siendo un niño o David, el pastor, quien nadie imaginaba podía ser un gran rey. Pensemos en nuestro querido mulato Martín de Porres, quien fue santo en la racista y estamental sociedad colonial. ¿Tal vez, por medio de la voz de un homosexual Dios actúe en una de sus insospechadas formas?
Cuando Jesús ve a alguien que está sufriendo, los Evangelios dicen que se compadece. Los cristianos estamos llamados a tratar a homosexuales y lesbianas con ese mismo tipo de compasión visceral. Cuando los vemos sufrir, somos llamados a sufrir con ellos.
Sufrir con los homosexuales significa ponernos de su lado, en solidaridad. Significa, como dice el Catecismo, batallar contra todo tipo de discriminación, cuando otros los persigan, denigren o se burlen de ellos. Significa tal vez ser nosotros mismos objeto de burla por ello. ¡Es lo que Jesús hizo!
¿Qué significa tratar a homosexuales y lesbianas con delicadeza dentro de la Iglesia? ¿Qué hacemos con alguien que ha sido herido? Lo tratamos con atención y cuidado especial. Las palabras importan. Las palabras hieren. Las palabras pueden también sanar. ¿Nombrar una charla como “desórdenes sexuales” será lo más indicado? ¿No son juicios de valor fuertes y poco misericordiosos? ¿Qué haría Jesús?
Tomás de Aquino dijo “Lo que se recibe es recibido de acuerdo con el modo del receptor.” Cuando tratemos de comunicar algo, se necesita la delicadeza no solo del cómo es comunicado, sino cómo es el mensaje recibido.
Recordemos las palabras de Benedicto XVI: “Cuando el deseo se adentra por caminos desviados, cuando sigue paraísos artificiales y parece perder la capacidad de anhelar el verdadero bien, en el abismo del pecado no se apaga en el hombre esa chispa que le permite reconocer el verdadero bien, saborear y emprender así la remontada, a la que Dios, con el don de su gracia, jamás priva de su ayuda.”
17 oct 2012
Sobre la columna de Jacques Seidner
Publicada hoy, puede verse la misma aquí: http://www.elperiodico.com.gt/es/20121017/opinion/219311/#comments
El día de hoy apareció en ElPeriódico de Guatemala una nota que pueden ver en el link al inicio de esta entrada de la página. No es ni por asomo la peor o mejor del día, no es la más polémica ni la más superflua, pero al querer tratar de datos históricos, pasa dando curiosos y distorsionados datos, con una mezcla de humor poco recomendable. acá mis comentarios al respecto:
1. “La conquista de Iberoamérica tuvo también su caudal de muertes violentas, pero de ningún modo se compara ello con lo que acontecía entonces en Europa.” A que período se refiere? A la segunda y terceras décadas del siglo XVI cuando se conquistaron los imperios de México y Perú? A todo el siglo XVI? En que aspecto es que el derramamiento de sangre en la Europa de la época, desde los escoceses e ingleses en el norte, los rusos y mongoles, turcos y húngaros tiene que ver o disculpar o tranquilizar algo sobre el aniquilamiento de civilizaciones enteras, de millones de nativos americanos?
2. “La Corona Española, a pesar de las guerras europeas allende los Pirineos, logró mantener cierta tranquilidad en la península…”
Si habla del siglo XVI o de todo el período colonial, es imposible saber en su apresurada columna, sepa que todavía recién coronado Carlos I de España y V del Sacro Imperio, se dieron los levantamientos de los comuneros aragoneses en defensa de sus fueros, contra el regente español del rey, el cardenal Cisneros, una revuelta sangrienta en pleno proceso exploratorio en las Indias, además, si nos extendemos un poco más en el tiempo, siempre de la Colonia, recordemos la unificación y posterior separación de Portugal, las revueltas catalanas y las pequeñas pero importantes avanzadas francesas en los Pirineos, no fue en ningún caso una España pacífica e idílica la de los Austrias, que usted nos hace ver como un gobierno justo y probo.
3. “Las reglas de esta eran claras y su aplicación rigurosa. Y gracias a la paz reinó en este continente…”
Olvida usted las rebeliones en Perú, la de los zendales en nuestra Capitanía General, los araucanos… paz? La paz de los sepulcros de todos aquellos indígenas y mestizos que se levantaran contra el sanguinario orden colonial impulsado desde España y organizado tanto por los representantes directos del Rey, como la Iglesia y los cabildos.
4. “Un día de 1810 un cura volteriano y populista puso “una pica de Flandes” al lanzar desde Dolores en la Nueva España un llamado de rebelión contra la Corona Española.”
En su referencia al polémico cura Miguel Hidalgo, sólo diré que el proceso independentista llevaba cultivándose desde mediados del siglo XVIII, con la consolidación de los Borbones españoles y su política centralista; no puede para nada circunscribirse al levantamiento popular novohispano, además, ya en 1806 Francisco de Miranda, prócer venezolano, buscaba apoyos para independizar el continente, es decir, existían las condiciones objetivas para los levantamientos populares, sangrientos y complejos, que llevaron a la independencia americana, lástima que usted en su columna lo demerite.
Sin gracia, sin sentido, comentando sin intención didáctica, muy mala su aparición de hoy señor.
El día de hoy apareció en ElPeriódico de Guatemala una nota que pueden ver en el link al inicio de esta entrada de la página. No es ni por asomo la peor o mejor del día, no es la más polémica ni la más superflua, pero al querer tratar de datos históricos, pasa dando curiosos y distorsionados datos, con una mezcla de humor poco recomendable. acá mis comentarios al respecto:
1. “La conquista de Iberoamérica tuvo también su caudal de muertes violentas, pero de ningún modo se compara ello con lo que acontecía entonces en Europa.” A que período se refiere? A la segunda y terceras décadas del siglo XVI cuando se conquistaron los imperios de México y Perú? A todo el siglo XVI? En que aspecto es que el derramamiento de sangre en la Europa de la época, desde los escoceses e ingleses en el norte, los rusos y mongoles, turcos y húngaros tiene que ver o disculpar o tranquilizar algo sobre el aniquilamiento de civilizaciones enteras, de millones de nativos americanos?
2. “La Corona Española, a pesar de las guerras europeas allende los Pirineos, logró mantener cierta tranquilidad en la península…”
Si habla del siglo XVI o de todo el período colonial, es imposible saber en su apresurada columna, sepa que todavía recién coronado Carlos I de España y V del Sacro Imperio, se dieron los levantamientos de los comuneros aragoneses en defensa de sus fueros, contra el regente español del rey, el cardenal Cisneros, una revuelta sangrienta en pleno proceso exploratorio en las Indias, además, si nos extendemos un poco más en el tiempo, siempre de la Colonia, recordemos la unificación y posterior separación de Portugal, las revueltas catalanas y las pequeñas pero importantes avanzadas francesas en los Pirineos, no fue en ningún caso una España pacífica e idílica la de los Austrias, que usted nos hace ver como un gobierno justo y probo.
3. “Las reglas de esta eran claras y su aplicación rigurosa. Y gracias a la paz reinó en este continente…”
Olvida usted las rebeliones en Perú, la de los zendales en nuestra Capitanía General, los araucanos… paz? La paz de los sepulcros de todos aquellos indígenas y mestizos que se levantaran contra el sanguinario orden colonial impulsado desde España y organizado tanto por los representantes directos del Rey, como la Iglesia y los cabildos.
4. “Un día de 1810 un cura volteriano y populista puso “una pica de Flandes” al lanzar desde Dolores en la Nueva España un llamado de rebelión contra la Corona Española.”
En su referencia al polémico cura Miguel Hidalgo, sólo diré que el proceso independentista llevaba cultivándose desde mediados del siglo XVIII, con la consolidación de los Borbones españoles y su política centralista; no puede para nada circunscribirse al levantamiento popular novohispano, además, ya en 1806 Francisco de Miranda, prócer venezolano, buscaba apoyos para independizar el continente, es decir, existían las condiciones objetivas para los levantamientos populares, sangrientos y complejos, que llevaron a la independencia americana, lástima que usted en su columna lo demerite.
Sin gracia, sin sentido, comentando sin intención didáctica, muy mala su aparición de hoy señor.
16 oct 2012
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