Todos o casi todos los chapines, de cualquier origen, color de piel, religión o escala social tenemos familiares en los Estados Unidos. De parte materna, dos tíos abuelos se fueron a la tierra del tío Sam desde principios de los sesentas, con sus hijos pequeños o llegaron a tenerlos allá, es el caso de los que salen en la foto, se casaba mi primo Alberto Campo, hijo de mi tío Tono, hijo a su vez de mi estimado y ya fallecido tío Luis Campo. Gente ya nacida o prácticamente criada allá, muchos de los cuales apenos conozco y que de parte de los Campo se encuentran extendidos por algunas ciudades de California, Florida, Nueva York y Texas.
Del lado paterno tengo familia en Texas y en Illinois, también como en el caso de los Campo, unos más cercanos o con mayor contacto que con otros. Cuento todo esto por que aunque con suertes distintas, todos han logrado una buena vida, estable, fructífera por allá. Todos han logrado el "sueño americano" y sus hijos están teniendo, tuvieron o tendrán mejores oportunidades de las que ellos gozaron al llegar.
No quiero comparar la dramática situación de los migrantes que han estado regresando o que están allá luchando muy duro y que se acaban de ir, mis familiares se fueron cuando aún se podían beneficiar de normas permisivas, amnistías, facilidades; ahora todo es más difícil, por lo que desde aquí le mando un abrazo y les dedico este post a los Guerra y Campo que viven por allá en la Unión Americana.
¿Por que no seguir dando la oportunidad a tantos nuevos migrantes de realizar sus sueños allá donde estos pueden conseguirse? Estados Unidos pierde al regresar a tanta gente, al crear tanto pesar familiar a tantas personas, en el drama de la emigración.
1 comentario:
Comparto totalmente tu punto de vista.
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