Mi batalla personal por leer Guerra y Paz sigue inconclusa. La gran obra de Tolstoi me consumió meses enteros de 2010 y ahora, con menos tiempo todavía, no pienso en continuar su lectura.
En cambio, compré y estoy por terminar su famosa novela Ana Karénina, un retrato de tres familias de la alta sociedad rusa de mediados del siglo XIX, donde básicamente se entrelazan dos historias; por un lado, el pasional adulterio de una mujer casada, Ana Karénina y el joven militar Conde Vronski y por otro lado, la tierna historia de redención familiar y espiritual: Konstantin Lievin y su amada Kitty encuentran el amor y la felicidad en la vida sencilla de la Rusia rural.
En esta lectura, totalmente fascinante, encontré una pequeña "prueba" o involuntario experimento al pasar, hace algunos días, una maravillosa velada con una mujer mayor, simplemente platicando, pero en sí es una sensación que no había experimentado a profundidad: la sabiduría, la experiencia, la especial coquetería de una mujer mayor es sin duda fascinante, me imagino que vivir ya en una relación con una mujer mayor y las inevitables complicaciones que traería no serían muy agradables, pero la sola idea de pensar en ello es estimulante, muy estimulante.
Las maravillas escondidas de la mujer mayor a uno. Tema para seguir escribiendo y experimentando.