Herta Muller, escritora rumana que vive desde finales de los ochenta en Alemania fue premiada la semana que recién termina como Premio Nobel de Literatura por la Academia Sueca. Se une así al célebre y polémico listado de quienes han obtenido ese premio, entre ellos el compatriota Miguel Ángel Asturias (1967), Rudyard Kipling (1907), Jacinto Benavente (1922), Hermann Hesse (1946), Ernest Hemingway (1954), Albert Camus (1957), Pablo Neruda (1971), Gabriel García Márquez (1982), Naguib Mahfouz (1988), Nadine Gordimer (1991), J. M. Coetzee (2003) y Orhan Pamuk (2006) entre otros, mencionando sólo a quienes he tenido la oportunidad de leer y que me hayan gustado, influido o apreciado, por una u otra razón.
Evitando la polémica sobre merecimientos, logros, significados políticos e influencia literaria y al no conocer la obra de la recién galardonada voy a hablar exclusivamente del contexto histórico en el cual se desenvolvió su obra y en primer lugar, el por qué !hay alemanes nacidos y criados en Rumania!
Vamos a comenzar algunos siglos atrás. El Imperio Otomano dominaba buena parte de territorio europeo, extendiéndose desde el sur de Polonia, llegando hasta Viena, incluyendo Crimea, parte del Cáucaso y por supuesto, Oriente Medio, Egipto, Medina, La Meca, casi la totalidad de los Balcanes y el territorio que comprende su heredera, la actual y problemática República de Turquía.
Al emprender Austria la conquista de Hungría, rescantando territorios de población cristiana, también apoyó la colonización húngara y de habla alemana en los nuevos territorios que iba arrancando a los turcos. Hungría primero, luego la actual Croacia, partes de las actuales Polonia y Rumanía y hasta la musulmana Bosnia fueron cayendo en manos austriacas gracias a guerras, tratados europeos y arreglos locales, reduciendo al otrora poderoso Imperio Otomano a lo que hoy en día es el sur de Serbia, Macedonia, Albania, Grecia, Bulgaria y parte de Rumania, quienes por distintos motivos y en distintas épocas del siglo XIX y principios del XX lograron romper el yugo turco, constituyéndose en paises independientes, pero claro, esa ya es otra historia.
Quedó compuesto el Imperio Austriaco de los territorios que podemos apreciar en el mapa de arriba, cambiando su nombre por asuntos estratégicos a Imperio de Austria-Hungría en 1867, siendo los territorios austriacos lo que ahora es Austria, Eslovaquia, República Checa, parte de Polonia, un pedazo de Italia y parte de la costa ilírica. Por su parte Hungría pasó a administrar los actuales territorios húngaros, Croacia, Eslovaquia y gran parte de lo que ahora conocemos como Rumania.
Si se le hace click al mapa de arriba, puede notarse que entre el territorio húngaro, en la frontera sur se encuentra la ciudad de Timişoara de cuyos alrededores es Muller. ( Está bajo el nombre húngaro Temesvár, en alemán se dice Temeswar, Temeschwar o Temeschburg).
Al estallar la Primera Guerra Mundial y unirse Austria-Hungría a Alemania, las bases del Imperio Dual, como se le conocía a ese país comenzaron a resquebrajarse pues distintas nacionalidades querían fuertemente romper sus lazos de dependencia con Viena, los más conocidos fueron los batallones checos que se pasaron al bando italiano o ruso. Al terminar la guerra, el Imperio no existía ya pues aún antes de los acuerdos que ponían un orden nuevo a Europa nacían algunos paises como Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia y otros se engrandecían como le pasó a Rumania, que obtuvo territorios húngaros (entre ellos Timisoara), búlgaros y rusos, constituyéndose la Gran Rumania, que duraría de 1919 hasta 1941. Tal aumento territorial no se hizo respetando completamente las fronteras naturales de nacionalidad o idioma sino que muchas grandes "bolsas" de territorios poblados por alemanes o húngaros quedaron dentro de la Gran Rumania.
Evitando la polémica sobre merecimientos, logros, significados políticos e influencia literaria y al no conocer la obra de la recién galardonada voy a hablar exclusivamente del contexto histórico en el cual se desenvolvió su obra y en primer lugar, el por qué !hay alemanes nacidos y criados en Rumania!
Vamos a comenzar algunos siglos atrás. El Imperio Otomano dominaba buena parte de territorio europeo, extendiéndose desde el sur de Polonia, llegando hasta Viena, incluyendo Crimea, parte del Cáucaso y por supuesto, Oriente Medio, Egipto, Medina, La Meca, casi la totalidad de los Balcanes y el territorio que comprende su heredera, la actual y problemática República de Turquía.
Al emprender Austria la conquista de Hungría, rescantando territorios de población cristiana, también apoyó la colonización húngara y de habla alemana en los nuevos territorios que iba arrancando a los turcos. Hungría primero, luego la actual Croacia, partes de las actuales Polonia y Rumanía y hasta la musulmana Bosnia fueron cayendo en manos austriacas gracias a guerras, tratados europeos y arreglos locales, reduciendo al otrora poderoso Imperio Otomano a lo que hoy en día es el sur de Serbia, Macedonia, Albania, Grecia, Bulgaria y parte de Rumania, quienes por distintos motivos y en distintas épocas del siglo XIX y principios del XX lograron romper el yugo turco, constituyéndose en paises independientes, pero claro, esa ya es otra historia.
Quedó compuesto el Imperio Austriaco de los territorios que podemos apreciar en el mapa de arriba, cambiando su nombre por asuntos estratégicos a Imperio de Austria-Hungría en 1867, siendo los territorios austriacos lo que ahora es Austria, Eslovaquia, República Checa, parte de Polonia, un pedazo de Italia y parte de la costa ilírica. Por su parte Hungría pasó a administrar los actuales territorios húngaros, Croacia, Eslovaquia y gran parte de lo que ahora conocemos como Rumania.
Si se le hace click al mapa de arriba, puede notarse que entre el territorio húngaro, en la frontera sur se encuentra la ciudad de Timişoara de cuyos alrededores es Muller. ( Está bajo el nombre húngaro Temesvár, en alemán se dice Temeswar, Temeschwar o Temeschburg).
Al estallar la Primera Guerra Mundial y unirse Austria-Hungría a Alemania, las bases del Imperio Dual, como se le conocía a ese país comenzaron a resquebrajarse pues distintas nacionalidades querían fuertemente romper sus lazos de dependencia con Viena, los más conocidos fueron los batallones checos que se pasaron al bando italiano o ruso. Al terminar la guerra, el Imperio no existía ya pues aún antes de los acuerdos que ponían un orden nuevo a Europa nacían algunos paises como Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia y otros se engrandecían como le pasó a Rumania, que obtuvo territorios húngaros (entre ellos Timisoara), búlgaros y rusos, constituyéndose la Gran Rumania, que duraría de 1919 hasta 1941. Tal aumento territorial no se hizo respetando completamente las fronteras naturales de nacionalidad o idioma sino que muchas grandes "bolsas" de territorios poblados por alemanes o húngaros quedaron dentro de la Gran Rumania.
Al aliarse Rumania con los países del Eje en el Pacto de Acero de 1941 y participar en la Segunda Guerra Mundial el país tuvo que pagar las concecuencias pues sufrió graves pérdidas territoriales así como la presencia del Ejército Rojo en sus fronteras, quienes provocaron la caída de la monarquía rumana y organizaron al país dentro del Comunismo, siendo uno de los países detrás de la famosa "Cortina de Hierro", sin embargo, pese a las convulsiones y guerras las minorías dentro de Rumania sobrevivieron y es donde entra ya a la historia Herta Muller, cuyo padre, según he leído, perteneció a la sección rumana de las temibles SS alemanas.
Durante la dictadura comunista de Nicolau Ceaucescu fue que Herta tuvo que escapar a Alemania, perseguida por la policía secreta. Europa celebra este año los 20 años de la caída del Muro de Berlín y del inicio del fin de las llamadas "Democracias Populares" de Europa del Este.
Sirvan estos breves apuntes históricos para tener una idea del contexto histórico del que surge la obra y vida de la nueva Premio Nobel de Literatura.
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