7 mar 2010

Barritas "Polo" y el fanatismo por LOST


Soy fanático de LOST y le pegué ese fanatismo a mi hermana, quien hace poco me trajo a la memoria las barritas "polo" que son malvadisco y chocolate blanco, un dulce barato que trae dos características "lostianas" a nuestros ojos: El oso polar que aparece en la envolura y el hecho de llamarse "Polo" casi casi las recordadas barras "Apollo" que creo también eran chocolates.

Queda para el fanatismo la foto...

Tocando fondo...

A los melancólicos nos gusta sufrir. Eso dice un panfleto psicológico que estuve leyendo hace unos días, por que lo encuentro bastante útil e interesante, algo que, conforme al mismo panfleto, la gente de mi carácter aprecia pues nadie quiere estar con alguien que se queje y se mantenga nostálgico cada día de su vida, por más ordenada, estresante y pefeccionista que esta sea.

Hoy siento que necesitaba volver a escribir en el blog, palabras de desahogo, que es para lo que solía servirme antes que casi lo abandonara, pero twitter es muy corto y facebook es demasiado público como para escribir ciertas cosas, hablar de ciertos comportamientos que son tan destructivos y que desgraciadamente yo mismo me aplico, por la pura diversión de pasarla mal y deprimido.

Hay lugar para la esperanza, pero el absoluto terror de la costumbre y en el fondo, la creencia de que las cosas no podrán cambiar suele evitarnos de hacer cosas, de ser diferentes, de simplemente ser.

Hay campo para la reflexión y el análisis, a pesar del trabajo y los estudios, pero también debe haber lugar para el relajamiento y la simple acción, el atreverse a hacer cosas.

17 feb 2010

No hay plazo que no se cumpla...

O término... o ya se me olvidó la diferencia de las palabras. La tesis está aprobada por el asesor, toca ingresarla a la siempre problemática Facultad de Derecho. Para mientras, viendo LOST, estudiando Feudalismo y Capitalismo para Ciencias Políticas y continuando con lo de la "prueba y error" del lado romántico, aunque de romance no tenga mucho, mas es especulación y mucha desconfianza... y egoísmo, pero está bien, todo va bien.

Tiempo para el blog, siempre que comienzo a escribir algo, se me borra, no lo termino, se acaba la inspiración, recuerdo cuando escribía el día, lo que me pasaba por la cabeza, exactamente como ahorita, pero en escenarios infinitamente más interesantes, como el solo hecho de vivir en Santiago Atitlan.

Pero allí van las cosas, nada nuevo bajo el sol mas que la incipiente campaña política y los lloriqueos portillistas desde el bote.